miércoles, 4 de julio de 2007

¿Para qué Me Sirve el Cartón?

Ayer me encontré con un amigo, al que hace mucho tiempo que no veo, y luego de un rato me di cuenta que era una de las pocas personas que en meses no me hacia la pregunta del millón: “¿Ya te recibiste?”. Y fue ahí donde yo cometí el error de falta de cortesía y pregunte sobre su trabajo, el cual me supuse que había encontrado, ya que sabía que hacían casi 3 años que se había recibido y como dirían los viejos….”Con un título siempre es más fácil trabajar, nene”, pero la situación de mi amigo es un diferente.
Me contaba todos sus avatares cotidianos por querer encontrar ese lugar que lo dignifique y que lo haga proyectarse en un futuro, de sus desengaños, de sus impotencias, de sus bajones ánimos de tanto buscar y buscar y no encontrar nada, de tanto tiempo, años, horas de sueños sacrificadas por lograr ese cartón (como lo llamo mi amigo).
Pude percibir el peso que le ocasiona el título, porque es más fácil contratar alumnos avanzados o chicos del secundario, y frente a eso es la impotencia.
Entre tanto manto negro, me dijo con una sonrisa en su rostro que lo único rescatable de todo esto es que tiene la satisfacción del deber cumplido, y que sus conocimientos nadie se lo puede quitar, pero que se muere de ganas de compartir.
Y con un gran abrazo siguió camino a su casa o quizás a tomar un café para soñar por un rato como sería sentir esa satisfacción de su sueño cumplido.

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